Zona Cero conoció el testimonio de otra joven víctima de Levith Aldemar Rúa Rodríguez, el violador en serie capturado por las autoridades el jueves en la tarde después de que una menor estudiante de 17 años lo reconociera como el hombre que abusó de ella sexualmente por espacio de cinco horas en una trocha de la vía a Caracolí en la sexta entrada, en jurisdicción del municipio de Malambo.

Rúa Rodríguez estaba en la mira de las autoridades después de que se comprobara que había citado por Facebook a Gabriela Andrea Romero Cabarcas, la estudiante del Sena de 18 años que desapareció el pasado 24 de noviembre.

La terrible historia de Levith Aldemar con esta víctima comenzó en agosto de 2016 cuando *Roxana (nombre cambiado para proteger su identidad) le aceptó una invitación que el expolicía le hizo por facebook a la joven mujer de 25 años.

A ella todo le pareció normal y al presentarse Levith Aldemar como “policía activo” le inspiró confianza para tenerlo como “amigo” por Facebook.

Inicialmente fue una “amistad efímera” por la red social, pero en agosto de este año revivió y eran “constantes” las invitaciones a Barranquilla que el hombre le hacía a la joven vallenata. Seguía presentándose como policía. Incluso en una ocasión le envió adrede, reflexiona la joven, un mensaje enviado a un sargento. Luego le dijo que se había equivocado de destinatario. Hoy ella entiende que era su estrategia “para reforzar” ante ella, que en efecto, era aún integrante de la Fuerza Pública e “inspirarme más confianza”, señaló.

En esos chats permanentes, para infortunio de la joven mujer, le comentó a quien se convertiría en su violador que tendría una entrevista de trabajo en Barranquilla. La joven aspiraba a un empleo en una cadena de supermercados en la capital del Atlántico.

Esa cita fue el pasado 14 de octubre. *Roxana le comentó a Levith Aldemar que estaría en Barranquilla en esa fecha y el expolicía le propuso que se vieran antes de que la joven oriunda de Valledupar retornara a la capital del Cesar.

Así fue y se encontraron cayendo la tarde en un centro comercial de la calle Murillo  con Circunvalar. Al verlo personalmente, ella se sorprendió, pues quien siempre se identificó como policía, ese día “estaba de civil”. Ella le preguntó el por qué vestía así. “Él me respondió que estaba de policía encubierto”.

“Vestía el mismo suéter que tenía cuando fue capturado” rememoró la mujer en diálogo con Zona Cero

Allí estuvieron por unos minutos y cuando la joven se dispuso a partir a la Terminal de Transportes para regresar a Valledupar, el hombre se ofreció a acompañarla. Como *Roxana no conocía las rutas de transporte en Barranquilla y el área metropolitana, por ser un servicio público, creyó que no le pasaría nada por haber muchos pasajeros.

Sin embargo, al no reconocer ella la zona por donde pasaba el bus y no ver la prolongación de la calle Murillo, a una pregunta que le hizo al hombre en voz alta de por dónde iban, un pasajero de un puesto vecino le dijo que estaban en la sexta entrada que comunica con Caracolí.

Levith Aldemar reaccionó de inmediato y siguiendo en su farsa le dijo a la joven que en efecto “se había equivocado y que debían bajarse” del bus. “Un amigo tiene una finca por aquí cerca, vamos” me dijo, relató la mujer a Zona Cero

Desconociendo el lugar, *Roxana aceptó bajarse y fue entonces cuando comenzó a desconfiar del “amigo” que había encontrado en Facebook. Ya oscurecía y eso aumentó sus temores. Al entrar en pánico, Levith la empujó hacia un matorral.

Allí, cambiando la actitud que nunca había expresado por la red social ni en las primeras horas del encuentro, le cambió el tono el diálogo.

“No soy policía y no me llamo Levith Aldemar Rua Cabarcas”, fue lo primero que le dijo. Sacó un cuchillo y amenazó con matarla. Le recordó que de ella tenía toda la información: su familia, su pequeña hija y su dirección en Valledupar.

Levith se convirtió en un monstruo y la violó en el matorral. Era la misma zona en donde una menor de 17 años dijo haber sido violada por el hombre y por donde estaba la supuesta finca de un amigo, según le dijo también a Gabriela Andrea Romero Cabarcas.

Para *Roxana, no todo había terminado pues ya con la oscuridad de la noche y violada, Levith procedió a despojarla de sus pertenencias. “Me quitó 60 mil pesos que llevaba en el bolso, el celular, unos audífonos y un cargador”, recordó la mujer.

Con cinismo, el expolicía violador en serie le dio a la mujer 5 mil pesos y le indicó hacia dónde podía coger un mototaxi que la llevara a la Terminal de Transportes. Al llegar a la sexta entrada, moradores del sector le dijeron que indicara el camino por dónde estaba el depravado sexual, pero este ya había desaparecido de la zona.

La  mujer que regresó esa noche a Valledupar, humillada, violada y ultrajada, no había hecho público la amarga experiencia que vivió y que decidió dar a conocer por Zona Cero, tras leer las publicaciones tras su captura.